Pediatría Palermo nos habla sobre los controles médicos pediátricos.
Es muy importante hacer controles de salud periódicos a los chicos con su pediatra de cabecera para ver si están sanos y si están creciendo bien. En el control de salud los padres pueden evacuar sus dudas y dificultades sobre la salud en general, crianza, la alimentación y las vacunas. Es un derecho de todos los bebés, niños y niñas, y también un apoyo para la familia. Son varios los aspectos de salud que el pediatra considera en el momento en que revisa al niño, veamos:
Crecimiento ponderal: en la consulta, el pediatra evalúa su crecimiento en el tiempo: el peso y la altura (talla) comparado con la media poblacional y con respecto a sí mismo, a lo largo de meses y años.
Enfermedades recientes ocurridas en los últimos meses o años: broncoespasmos, otitis, infecciones urinarias, etc, para decidir una conducta activa, como el pedido de estudios complementarios o derivación a especialistas.
Vacunas: revisa si el carnet está al día, qué vacunas faltan x omisión o porque son nuevas y están indicadas.
Revisa su alimentación: requerimientos, hábitos, si faltan nutrientes, aportes de calcio, hierro y vitamina c.
Hábitos: sueño, conducta, vida cotidiana, vida escolar en el jardín o escuela. Controles de rutina con otros especialistas si hace falta (odontólogo, oftalmólogo, dermato, traumatología)
Aspectos vinculares: cómo están los padres, juntos o no, hermanos, tipos de vínculos, enfermedades, abuelos, fallecimientos, mudanzas, viajes, mascotas.
¿Cuándo hay que llevar al control a un niño, aunque no esté enfermo?
Entre los 7 y 10 días de vida: el primer control. De 1 a 6 meses: todos los meses. De 6 meses a 1 año: cada 2 meses. De 1 a 2 años: cada 3 meses. De 2 a 3 años: cada 6 meses. Desde los 3 años: una vez por año.